El fenómeno de El Niño es un evento climático que se produce por el calentamiento anormal del océano Pacífico ecuatorial y que afecta al clima global. Según distintas instituciones científicas, se espera que este fenómeno se inicie en el verano de 2023 y que tenga una intensidad moderada.
Los efectos de El Niño pueden variar según la región, pero en general se asocian a un aumento de las temperaturas, las lluvias y los desastres naturales. Algunas de las consecuencias que podrían esperarse son: sequías e incendios forestales en Australia, Indonesia y el sur de África; inundaciones y deslizamientos de tierra en América del Sur y Central; tormentas y huracanes en el Atlántico; cambios en la pesca y la biodiversidad marina; y alteraciones en la salud pública y la seguridad alimentaria.